En primer lugar, las preguntas retoricas permiten reflexionar sobre el sometimiento de los hombres. El gobierno oprime la libertad de los hombres. “¿Cómo se puede llegar a ser un hombre y portarse bien con este gobierno actual?” (Thoreau, 2012, p. 147), en esta cita podemos apreciar como la pregunta retórica nos permite pensar sobre cómo podemos continuar siendo fieles a nosotros si estamos unidos al gobierno, el cual hace todo lo contrario a lo que creemos correcto, lo cual provoca que olvidemos nuestra conciencia y los sigamos sin cuestionar nada. Así pues, la pregunta retórica promueve el pensamiento crítico sobre nuestras acciones y como estas nos están afectando. Así mismo, notamos como la entrega del hombre al gobierno, lo despoja de su libertad y de ser hombre, eso se nota en la siguiente cita “¿qué son? ¿Hombres o pequeños fuertes y polvorines en movimiento al servicio de unos cuantos hombres sin escrúpulos en el poder?” (Thoreau, 2012, p. 145), ya que al utilizar una pregunta nos hace dudar y reflexionar sobre nuestra forma de ser y como por seguir al gobierno estamos abandonando nuestra lucha por la justicia y la libertad, ya que solo seguimos las ordenes que impone el gobierno sin cuestionar si están bien o ignorando nuestros principios, dejando de ser así hombres y convirtiéndonos en marionetas del gobierno. Y es así como, la pregunta nos muestra nuestra falta de libertad en relación a las órdenes del gobierno. Por otro lado, también encontramos la cobardía de los hombres para luchar por su libertad, lo cual se evidencia en esta cita “¿No tienen ellos la misma relación con el Estado que el Estado con la Unión? ¿No son las mismas razones que impiden al Estado oponerse a la Unión las que les impiden a ellos oponerse al Estado?” (Thoreau, 2012, p. 152). Aquí, las preguntas nos hacen reflexionar sobre como nuestro miedo por el cambio, por enfrentarnos a una entidad con poder, evita que consigamos nuestra libertad y que luchemos para que las cosas funcionen de manera correcta y transparente, ya que exigimos al gobierno que cumpla nuestras demandas cuando no hacemos nada para que de verdad ellos las atiendan, por lo que, quedamos presos del miedo, exigiendo en las sombras un cambio que ni siquiera nosotros comenzamos.
En segundo lugar, la refutación incita la libertad de los hombres. Notando la mediocridad de los hombres por conseguir la libertad, en la cita “Hay miles que en opinión se oponen a la esclavitud y la guerra, aunque en realidad no hagan nada para ponerles fin” (Thoreau, 2012, p. 149), puesto que nos muestra cómo es que estamos en contra de que nos priven de nuestra libertad, sin embargo, permitimos que lo sigan realizando, al no tomar ninguna acción para pararlo, mostrándonos como no podemos conseguir nuestra propia libertad por la falta de iniciativa y valor que presentamos, fracasando así en el cumplimiento de nuestro objetivo. De manera que la refutación nos promueve conseguir nuestra libertad al mostrarnos nuestras actitudes erróneas. Además de que se encuentra la hipocresía del hombre en la búsqueda de la libertad, esto se hace en esta cita “Aquellos que, aunque desaprueben el carácter y las medidas del gobierno, le brindan su adhesión y apoyo, son sin duda sus más firmes partidarios y, con frecuencia, los obstáculos más serios para reformarlo.” (Thoreau, 2012, p. 151), lo quiere decir que muchas veces discrepamos de lo que el gobierno hace o dicta, sin embargo, seguimos apoyándolos sin hacer nada al respecto por que preferimos estar del lado de las personas que tienen el poder, antes de arriesgarnos y luchar por lo que sentimos que es correcto y ser libres de elegir lo que queramos, convirtiéndonos así a nosotros mismos en una gran barrera para conseguir nuestra libertad. Es así que la refutación nos muestra lo hipócritas que somos con relación a nuestros pensamientos y acciones, motivándonos a ser fieles a lo que sentimos y luchar por ser libres. Por otro lado, los hombres somos barreras de nuestra propia libertad, esto se manifiesta en lo siguiente,“Quienes no rehúsan mantener al gobierno injusto que hace la guerra aplauden al soldado que rehúsa servir en una guerra injusta” (Thoreau, 2012, p. 151) en la cita, podemos notar como es que los hombres son los que evitan poder ser libres e incluso son ellos mismos los que privan a los demás de su libertad, al tratar de imponer sus ideologías u oprimiéndolos, además de apoyar a la entidad que comete injusticias, convirtiéndose así en barreras. Es por eso que la refutación despierta nuestras ganas de luchar por nuestra libertad, al mostrarnos lo contrarias o contradictorias que son nuestras acciones con nuestros pensamientos.
En tercer lugar, la comparación muestra nuestra poca capacidad de reflexión. La inconciencia del hombre. “En la mayoría de los casos no se da el libre ejercicio del juicio ni del sentido moral, sino que se equiparan a la madera y la tierra y las piedras, y tal vez podrían fabricarse hombres de madera que fueran igual de útiles” (Thoreau, 2012, p. 146). En esta cita el autor quiere decir que un hombre que no reflexiona o que no defiende sus ideales es igual a que fuera de madera, puesto que simplemente siguen ordenes sin decidir si es correcto o no hacerlo. Es así pues que la comparación nos permite notar la delgada línea entre un hombre y un objeto cualquiera, que es la reflexión. Así mismo, encontramos la confusión de los hombres. “Les parece inútil y egoísta el que se entrega por completo al prójimo, pero declaran benefactor y filántropo al que se entrega parcialmente.” (Thoreau, 2012, p. 147) Aquí podemos notar como por la falta de reflexión nos equivocamos al interpretar las acciones de las personas e identidades, ya que creemos que quienes realmente están haciendo el bien están haciendo el mal, y apoyamos a las personas que nos atropellan y solo nos muestran un poco de simpatía durante el momento que necesitan algo de nosotros, como hace el gobierno durante las candidaturas. De modo que la comparación nos muestra la diferencias entre dos cosas permitiéndonos analizarlas mejor.
Bibliografía
Thoreau, H. (2012). Desobediencia Civil. En H. Thoreau, Escritos sobre la vida civilizada (págs. 143-169). Asturias, España: In Itinere.
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